Imprimir
Categoría: Politicas
Visto: 547

La crisis que sacude a Haití demuestra que la gobernabilidad está en su más bajo nivel, dejando una estela de inseguridad, fractura del liderazgo nacional y peligro de una ola masiva de migrantes hacia República Dominicana, ante la cual el gobierno dominicano ha adoptado medidas efectivas, sostuvo el sociólogo Inocencio García, secretario de Relaciones Dominico-Haitianas del partido Fuerza del Pueblo.

García afirmó que el partido que lidera el expresidente Leonel Fernández apoyó a las medidas adoptadas por el gobierno de Luis Abinader sobre la crisis haitiana, pero entiende que vienen nuevos escenarios para los que se debe tener previsión.

Entrevistado por Pablo McKinney en su programa “McKINNEY”, por Color Visión, García sostuvo que “el despliegue de seguridad militar en la frontera es adecuado”, pero no se puede olvidar que República Dominicana no está en guerra con Haití, por lo que se requiere un enfoque multidimensional para afrontar la amenaza.

“El gobierno debe pensar en escenario de grandes expulsiones migratorias de Haití a República Dominicana”, apuntó García, quien agregó que eso “no lo resuelve el dispositivo militar, sino el enfoque policial, inmigratorio y humanitario”.

El dirigente político agregó que el grave problema “es que la comunidad internacional, con su principal actor, Estados Unidos, se han desentendido del problema haitiano”.

García explicó que las bandas de secuestradores tienen el control de la principal ruta de tránsito en Haití, por lo que la situación no aguanta más y en un escenario como ese la República Dominicana tiene que adoptar los dispositivos internos para lidiar con esa crisis.

Entre esos, el exfuncionario señaló la necesidad de la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelos, lo que a su juicio facilitaría “manejar mejor la situación haitiana y la perspectiva de la disolución de ese Estado”.

Expresó que con esa ley las autoridades dominicanas podrían disponer de información efectiva sobre asentamientos de extranjeros y su control en el territorio.

“No es lo mismo tener relaciones con el presidente René Preval que con Ariel Henry o el impresentable canciller Claude Joseph”, manifestó García, quien agregó que actualmente “no hay interlocutores válidos y la actitud del Estado y del empresariado no puede ser la misma porque la situación actual (de Haití) no tiene retorno en el mediano plazo”.

Las raíces de la crisis actual

Al abordar las raíces del actual vacío de poder en Haití, García dijo que “el liderazgo político no ha podido llenar los requerimientos de la Constitución de marzo de 1987” que puso fin al duvalierismo”.

Más profundo en el tiempo, el experto en el tema haitiano dijo que “el problema de Haití es el cimarronaje político que viene desde la independencia”, y que por su experiencia viviendo en esa nación entre 1998- 2000, aprendió que “el cimarronaje tiene una cultura política de que el que está arriba hay que derribarlo y el que está abajo hay que eliminarlo”.

Puntualizó que esa es una cultura política cimarrona que el sistema político haitiano ha incorporado y funciona sobre la base de la desconfianza.

“Hay un desencuentro entre la nación y el Estado y eso explica 34 años de inestabilidad con un interregno del gobierno de René Preval entre 2006 y 2011, cuando Argentina estaba ayudando a montar un sistema nacional de planificación similar al que vivió República Dominicana entre 2006 y 2012”, puntualizó García.